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22 de agosto de 2011

“Esta es la juventud del Papa”

Sí, el Papa se ha despedido ya de Madrid y de todos los jóvenes: sonriente, saludando con las dos manos, y luego juntándolas para hacer una conmovedora venia; como diciendo: “Gracias infinitas, hemos hecho un gran trabajo”. De inmediato, ha ingresado al avión que lo ha llevado a continuar su labor de Pastor y Vicario en Roma.
Y cuando veo que el avión del Santo Padre alza vuelo, me quedo pensando en la inmensa bendición que ha sido esta JMJ, no sólo para España, sino para la Iglesia en todo el mundo. Más de millón y medio de jóvenes de aproximadamente 193 distintas nacionalidades de los cinco continentes se dieron cita en Madrid, para participar de estos intensos días en los que se desarrolló la Jornada Mundial de la Juventud 2011, con el Papa Benedicto XVI.
Alrededor de 2 millones de jóvenes coparon Cuatro Vientos
Sí. Yo también he participado intensamente de esta JMJ. No estando en Madrid propiamente, pero con el corazón y el espíritu volcado totalmente en cada encuentro, en cada mensaje del Santo Padre, en cada cántico de los jóvenes reunidos en esta ciudad. Obviamente, ayudado por las nuevas tecnologías de información y comunicación, que le permiten a uno estar conectado en vivo con todo lo que ocurría allí. Qué cortos se quedan los números, pues, cuando pensamos que también millones de católicos hemos participado de esta manera, y cuántos más han acompañado el desarrollo y la realización de este magno evento, en la oración y en sus intenciones.

Todo esto me habla de una manera muy hermosa de cómo somos Iglesia, y de cómo la Iglesia está viva. Los jóvenes del Papa (como coreaba una y otra vez el cántico en Madrid: “Esta es la juventud del Papa”), le hemos demostrado al mundo (y cuánto más al mundo secularizado), que tenemos una fuerza descomunal, una alegría auténtica y cuestionante, un aguante firmísimo, y un entusiasmo desbordante. Y hemos podido demostrar que todo ello, viene de Cristo, del encuentro profundo con Él, y del caminar acompañados de nuestra Madre.
La JMJ Madrid 2011, ha terminado. Pero se inicia un tiempo en el que no dudo que el Espíritu soplará incesantemente, para seguir fortaleciendo nuestra Iglesia, para seguir testimoniando la Verdad del Señor Jesús que ha movido y removido los corazones de millones de jóvenes y personas de todas las edades en todo el mundo. Por eso el Papa nos decía en la Misa de Clausura en Cuatro Vientos: “No os guardéis a Cristo para vosotros mismos. Comunicad a los demás la alegría de vuestra fe". ¡Seamos coherentes y consecuentes con todos los dones recibidos; respondamos a lo que Dios nos pide en el aquí y ahora de la Iglesia! Dios mediante, "nos encontramos no Brasil 2013".