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9 de enero de 2014

¿Por qué los sacerdotes no se casan?

Me encontré con un escrito mío de hace 12 años (¡Sí! ¡12 años!) sobre el tema, cuando tenía exactamente 17. Me di cuenta que las "críticas" caprichosas de hoy contra la Iglesia, siguen un mismo derrotero, no cambian en argumentos. A fin de cuentas, son sólo caprichos de alguna gente que tal vez se incomoda con el testimonio fiel de tantos sacerdotes.

"Hoy en día mucha gente se pregunta: ¿por qué los sacerdotes no se casan? ¿cuál es la razón del celibato? El celibato, como veremos a continuación, tiene su fundamento en Cristo Jesús, su institución en la ley eclesiástica y su aceptación en la libertad de la persona en respuesta a una vocación.

Cualquiera que quiera ver y aprender del ejemplo de Jesús puede remitirse a la Biblia. Allí se retrata a un Jesús célibe y entregado a llevar a Dios a los demás en toda circunstancia. Parte fundamental del sentido del sacerdocio se encuentra en "ser otros Cristos", por lo tanto la imitación de Cristo es el primer paso para asumir el sacerdocio. Jesús fue célibe, el sacerdote lo será.

A lo largo de la historia, en la Iglesia, muchos santos dieron prueba de la plenitud de su entrega por llevar a Dios al mundo en el celibato. La práctica del celibato se hizo común entre los hombre de la Iglesia. Es así que la Iglesia hizo explícita, en la ley eclesiástica, una norma que ya se daba en la práctica. En muchos casos en la vida de la Iglesia la práctica antecede a ley, y esta práctica empezó con el mismo Cristo. En la actualidad, el sacerdocio es la respuesta libre de una persona a esta vocación si es que está llamado a ella. La persona sabe y acepta con generosidad y amor las implicancias de su entrega.

El último punto tiene que ver con la disponibilidad. Los sacerdotes tiene como misión la evangelización de las personas y la celebración de los sacramentos. En el caso de que el sacerdote tuviera una familia, sus principales preocupaciones serían la salud y bienestar de su esposa e hijos en el caso que los tenga y disponer todo lo que sea necesario a la preocupación de la familia. Entonces tendría que dejar de lado su entera dedicación a la celebración de los sacramentos, la preparación de las personas para recibir los sacramentos, el velar por los pobres, ancianos y ricos, enfermos de salud y enfermos espirituales, en fin todas las preocupaciones de un sacerdote que la Iglesia en sus dos mil años de experiencia ha sabido discernir.

En conclusión, por estas tres razones esenciales que deben ser entendidas para comprender el trabajo de los sacerdotes y la opción de ellos por entregarse a esta vida, es que los sacerdotes no se casan."

Sólo para complementarme a mí mismo, agrego una cita que me pareció genial, del libro "Lo primero es el Amor" del converso Scott Hahn: "El celibato es, más bien, una realización de los deseos naturales por medios sobrenaturales". Por ello, a seguir rezando por los sacerdotes y los consagrados que viven esta hermosa y exigente vocación.